martes, 17 de junio de 2008

COMO DIRÍAN MÁS AL NORTE: UN DÍA BIEN PADRE

Un amigo propugnaba la creación de un "Día del hijo", dado que existen otras tantas celebraciones familiares entre las cuales tenemos la que hoy se celebró en Guatemala y la cual, por razones que nos llevan muchos siglos y quizás milenios atrás, está casi al nivel de la moción presentada:
El Día del Padre

Y es que si analizamos los roles desempeñados en etapas previas del desarrollo de la sociedad, podemos encontrar que los lazos familiares se establecían por la vía materna dado que era ésta quien permanecía en el hogar mientras el padre recorría la vastedad de la Tierra buscando alimento. Con el tiempo, también se dieron las primeras guerras y eran nuevamente los varones quienes acudían a las mismas. En ambos casos, eran muchos los padres que no volvían al seno familiar.

En la actualidad, existe una buena cantidad de hogares en los que, por diversas causas, no figura la figura paterna y es por ello, sumado a la desigualdad prevaleciente por muchos años, que al Día del Padre no se le da la importancia que a otras celebraciones. Sin embargo, resulta justo reconoce
r a aquellos hombres que han sido responsables en todos los aspectos de su vida familiar. Hombres que han sido ejemplo de valores y buenas costumbres, yendo más allá de lo puramente material. Es a ellos a quienes hoy en Guatemala se les debe un merecido homenaje.

El origen de esta celebración se remonta a los inicios del cristianismo, tomando por modelo a San José, padre adoptivo de Jesús de Nazaret. Por ello, en España, Italia, Portugal, Honduras y Liechtenstein el día del padre se celebra el 19 de marzo, coincidiendo con la festividad de San José Obrero. Al igual que con el día de la madre, las fechas elegidas para festejar a los padres son diversas, siendo exclusivamente El Salvador y Guatemala las que tomaron para tal efecto el 17 de junio. Pero más que adentrarme en esos detalles, quisiera trasladarles una historia real que aparece en la página de Andrea Carrillo sobre el amor del que es capaz un padre:

Esta historia comenzó en Winchester, Massachusetts, hace 43 años, cuando nació Rick Hoyt.

De alguna manera se le enredó el cordón umbilical alrededor de su cuello, dañando su cerebro y sus extremidades.

Los doctores le dijeron a los padres de Rick que iba a ser un vegetal para el resto de su vida. Pero Dick Hoyt, el padre de Rick, notó la manera en que los ojos de Rick le siguieron por la habitación y en ese momento inició su esperanza.

Cuando Rick cumplió 11 años de edad, lo llevó al departamento de ingeniería en la Universidad Tufts y preguntó si había algo para ayudar al niño a comunicarse. -”De ninguna manera,” le respóndieron. “no ocurre nada en su cerebro.”

“Cuéntale un chiste,” Dick le dijo a uno de los ingenieros de la Unversidad. Lo hicieron. Rick sonrió.

Resulta que mucho ocurría en su cerebro. lograrón crear un sistema en el que a través de un equipo, le permitió controlar el cursor al tocar un interruptor con el lateral de la cabeza, Rick finalmente pudo comunicarse, escribiendo a través del computador. Primeras palabras: “arriba Bruins! ” (Un famoso equipo de hockey sobre hielo).

Después de un tiempo escuchó que un joven de secundaria había quedado paralizado en un accidente y la escuela organizó un maratón de caridad para él, Rick le logró escribir a su padre, “Papá, quiero participar”.

“Sí claro” dijo el Papá de Rick de una manera sarcástica . Jamás he corridó más de una milla seguida, cómo voy a empujar a mi hijo cinco millas? Sin embargo, lo intentó”. Después de la carrera, “parecía yo el minusválido, por dos semanas estuve adolorido como nunca antes” dijo Dick el Padre.

Ese día cambió la vida de Rick por completo. “Papá,” Le escribió, en el monitor “cuando estábamos en la carrera, pude sentir como si ya no era más discapacitado”.

Y esa frase le cambió la vida de Dick. A partir de ese momento se propuso a darle a Rick ese sentimiento tan a menudo como podía. Logró desarrollar una condición física lo suficientemente fuerte que él y Rick estaban dispuestos a tratar la Maratón de Boston en 1979.

“De ninguna manera”, se le dijo a Dick. Los Hoyt’s no eran un solo corredor, y que esta no era una carrera para gente en silla de ruedas. Así que, por los primeros años, y Rick Dick sólo se unían a la carrera en forma extra oficial corriendo de todos modos con el resto de la gente sin ser parte formal del evento.

Unos años después, encontraron la manera de entrar en la carrera oficial: En 1983, corrieron en otro maratón tan rápido que lograron hacer el tiempo requerido para calificar en la carrera de Boston al año siguiente.

Entonces alguien dijo: “Oye, Dick, ¿por qué no un triatlón?”

¿Cómo es que un tipo, que nunca aprendió a nadar y no ha andado en bicicleta desde que tenía seis años, iba a arrastrar a su hijo de 110 libras a través de un triatlón?

Sin embargo, Dick Lo intentó pór su hijo.

El día de hoy han hecho 212 triatlones, incluyendo cuatro agotadoras competencias de 15 horas en la famosa carrera de Ironman en Hawai.

Este año, con las edades 65 y 43, Dick y Rick terminaron su 24vo Maratón de Boston, llegando en la posición número 5083, en una carrera donde corren más 20,000 participantes. Su mejor momento? Dos horas y 40 minutos en 1992 - sólo a 35 minutos del récord mundial, que, si te pones a pensar este record, fué hecho por una persona que empujaba a otro hombre en una silla de ruedas.

Así como el pastor carga a un cordero, Yo te cargo a tí cerca de mi corazón…


De nuevo...

¡FELICIDADES PAPÁ!

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